Ando estos días leyendo una serie de novelas ambientadas en el Universo de Warhammer Fantasy, y entre tanto Guerrero del Caos y monje imperial, me ha entrado la necesidad de plasmar una escena que tenía hace tiempo en mente.
Revisando el catálogo de la marca española GameZone (cuyas miniaturas tienen el toque barroco que yo siempre imagino para cualquier raza del mundo warhammero), encontré una serie de figuras ideales para mi propósito.
La idea está basada en una persecución por parte de unos guerreros del caos a caballo tras un monje imperial, curtido en muchas batallas y que, cansado de huir al galope, decide invocar el poder de su dios Sigmar y enfrentarse, martillo en mano, a sus perseguidores. La historia que envuelve este nuevo proyecto está más que atada y realizada íntegramente por mí. Al finalizar la obra la pondré de forma íntegra en este blog.
Y dicho esto, paso a posteaos unas imágenes de dichas miniaturas. Debo decir que el trabajo de modelado de las piezas es excepcional, característica de la marca GameZone, pero insisto de nuevo remarcando el fallo de esta casa, como ya dije cuando presenté el Gran Lagarto: las piezas nunca casan bien, siempre hay que trabajarlas con masilla en las uniones. Un mero detalle, dicho sea de paso.
Como veis el pintado de estas piezas es bastante personal; concibo esta obra al estilo impresionista. Me explico: me imagino estas miniaturas al galope, como así haré, por lo que las manchas de color serán lo que predominen en la composición. No por ello voy a dejar de lado el trabajo fino del detallado, claro. Me gustaría poder recrear ese mundo tan lúgubre, tan lleno de recovecos, de oscuridad y barro, de miseria y humedad que yo tengo en mente.
Vais a ver un pintado raro diría yo, donde el metal predomina sobre la carne, sobre el color, deslavado.
Pido que comprendáis que esta obra se completará al final del proceso, por lo que no son figuras sueltas, sino parte de un todo.
Un saludo... y espero que os gusten!!
El Monje Guerrero
Guerreros del Caos
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